En Montebravo, los caballos no son solo parte del equipo: son el corazón de cada jugada, el alma que da vida al deporte que amamos. Su fuerza, nobleza y entrega son el reflejo de una conexión profunda entre jinete y animal, construida a través del respeto, el entrenamiento constante y el cuidado dedicado.
Cada ejemplar es parte fundamental de nuestra historia. Por eso, su bienestar es una prioridad absoluta. En este camino, contar con el apoyo de Copeval ha sido clave. Gracias a su compromiso y experiencia, aseguramos una nutrición adecuada, atención especializada y todos los recursos necesarios para que nuestros caballos se mantengan sanos, fuertes y listos para dar lo mejor en cada partido.
Porque en Montebravo, el polo no se entiende sin ellos. Son nuestros compañeros, nuestra inspiración y el símbolo más puro de esta pasión que nos une.